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Cuando el mexicano se pasa de chistoso con el mexicano

Frente a la Secretaría de Obras y Servicios de CDMX se formó un filonón de gente: todos los que esperaban iban por el cheque de $3,000 pesos que el gobierno de Miguel Ángel Mancera entregó a quienes, se supone, perdieron todo durante el sismo del pasado 19 de septiembre, y digo se supone porque, hasta en este tipo de momentos y situaciones, no falta quien se pasa de vivo y roba la ayuda que está destinada para otros.


No hay que dudar cuando se denomina robo a lo que los vivales que han acudido a hacer, justo en las oficinas del gobierno de la ciudad: cobrar la única ayuda en efectivo que se ha dado hasta el momento a quienes son damnificados.

El gobierno de CDMX confirma que hasta el momento ha entregado alrededor de 50 millones de pesos, dinero que se comenzó a repartir a diestra y siniestra sin que se implementaran estrategias de verificación que confirmara que la ayuda que estaban entregando llegaba a quien realmente la necesitaba.


Lo más absurdo de este caso, es que el gobierno de Mancera solicitó como requisito un dictamen de Protección Civil sobre el estado de la vivienda, un comprobante de domicilio, copia del INE y ¡fotografías de las grietas de la casa o departamento dañado, a color! ¿Cómo se puede analizar el nivel de peligrosidad de una grieta, o si existen daños estructurales en las viviendas, a través de una foto a color? ¡El colmo!


Si desea terminar de carcajearse imagine usted a los de Protección Civil en el momento en el que acuden –ahora sí- a revisar la vivienda en cuestión, y por la cual se entregaron los tres mil pesitos, ¿ya los ubicó en su mente?, bien, pues ahora vea la cara de asombro de esos de Protección Civil cuando confirman que les vieron la cara y que el domicilio ni siquiera existe.


Después de haber entregado el dinero a quienes no eran damnificados, ahora sí, al gobierno de Mancera se le ocurre la gran idea de cambiar las reglas de entrega… Demasiado tarde, señor Mancera, a usted y a su gente les vieron la cara, y a los mexicanos que realmente son damnificados les robaron la oportunidad del apoyo.


No cabe duda: este sismo vino a evidenciar la ineptitud de gobernantes, políticos y funcionarios...



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